miércoles, 4 de junio de 2014

Cuando mi cabeza me dice que pare...

...y mi cuerpo me exige correr. Correr es un placer, te llena de energía, te modela el cuerpo y también, esto lo añado yo, te da una fuerza mental que es extrapolable al resto de retos que se planteen en el día a día. Esa lucha continua, ese diálogo conmigo misma, ese si/no, me paro o continuo, ese momento es como un muro, pero cuando venzo las malas sensaciones y corro limpio levantando los talones y las rodillas, ahí, disfruto al máximo.

Hay que escuchar siempre al cuerpo, porque ante cualquier pinchazo mejor parar y estirar que lamentarlo mas tarde. Yo recuerdo haber corrido con tendinitis, la cual desembocó por una mala rotación de la cadera en un quiste óseo. Imaginaos lo que me pudo doler, lo que me dolía cuando empezaba a correr y cuando se enfriaba la zona. Me levantaba de la cama con un dolor espantoso, me tenía que sujetar en la pared para poder andar hasta que se calentaba un poco. También por esa época me sacaron artritis reumatoide (en una analítica y con tan sólo 25 años) y también me mandaron unas plantillas que, si soy sincera, utilicé poquito. Os juro que después de ese episodio lleno de pruebas a causa del quiste óseo, me tomo mucho más en serio cualquier pinchazo y por encima de todas las cosas el calzado.

Hablando del calzado que es una de las partes más importantes de la equipación de un runner, yo recomiendo ir a un podólogo. En las tiendas más modernas existen máquinas muy chulas que te miran la postura del pie corriendo, pero son orientativas. Al igual que se recomienda unas pruebas de resistencia porque el corazón es el motor, los pies son nuestras ruedas. Unas ruedas desgastadas o en mal estado no pasan la ITV, por lo tanto hay que ir al especialista del pie. Ya allí pedimos que nos hagan pruebas y pasamos a elegir las zapatillas.

Yo he utilizado siempre la marca Mizuno. Tengo el pie ancho y prono ambos pies, bueno uno más que otro. La marca Mizuno me sacó de los dolores de tendinitis y me hizo ser más rápida. Después de varias Mizuno probé con Asics y cuando ya no podían con más kilometrajes, descubrí mis New Balance. Las que yo utilizo son las 890 V3 y llevo corriendo dos meses sin ninguna molestia, ni plantares ni en las rodillas. Son una maravilla. Elegid bien y tendréis unas grandes aliadas en vuestros kilómetros.



¡Nos vemos corriendo por las calles!

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